Yo también me dejaría follar por mi mujer. Sólo para asegurarme de que es una perra. Cualquier chica está esperando eso. A esa rubia no le importa que se la follen por todas partes. Ese perro con la banda elástica no es su marido, eso es seguro. Y el maridito, como dueño de la tía, se la folla sin demasiada precaución.
Las chicas a las que les gusta jugar con el anal tienen el culo firme como una nuez, y es difícil de sacar. Las perras así se ven enseguida. Ahora esta chica también tiene un perro. ¡Pues que disfrute de sus nalgas!