Puedo decir que el desconocido se comportó con la morena en el autobús como si se conocieran desde hace tiempo. Se acostó halagado mientras la chica le chupaba la polla, y se follaron mutuamente sin ninguna timidez. La damisela se dio un paseo no sólo en el autobús, sino que también sintió los potentes golpes en su agujero del palo del tipo.
¡Papá le dio el calor! ¡Mientras miraba, me preguntaba si les dolía a estas chicas tener un órgano tan poderoso en sus apretados culos! Pero gemían tan dulcemente que me excitaba al instante.