Qué hermano más guapo y más bien cuidado. Tan guapo que hasta decidió mostrar su polla. Pues bien, la hermana no pudo resistirse a un hombre tan guapo y decidió experimentar la polla en sí misma. Menuda presión de esperma, y así se puede sacar un ojo, menos mal que la hermana no se atragantó.
Una habitación roja, una vela parpadeante y una jugosa mujer con una máscara negra, con orejas de gato. Sus piernas abiertas y esperando ser castigada. ¿No es esto lo que todo macho brutal sueña, no es este el espectáculo que su cerebro imagina? Sus bragas colgando de la boca sólo acentúan su humillación. La empujan hasta el fondo, jadeando, pero ¿quién va a compadecerse de ella? Sus bragas se balancean de un lado a otro, la polla en tensión golpea con fuerza su húmedo agujero. Y no hay otro camino con la perra: ¡debe obedecer dócilmente todas las órdenes del amo!