La temporada de playa está en pleno apogeo y el riesgo es algo noble, una pareja de enamorados no hizo nada malo, simplemente follaron apasionadamente por diversión en la playa. A veces es necesario cambiar de ambiente, o en casa o en una habitación de hotel, el sexo ya aburre y no interesa. Menos mal que no había otros turistas cerca y la joven pareja pudo disfrutar al máximo.
La joven madre llevaba mucho tiempo mirando la polla de su hijo y éste se aprovechó de ello. Cuando no había nadie más en la casa la engañó fácilmente para tener sexo. Y según veo, a esta hembra hambrienta no le importó dejarle ver sus encantos. Solo que ella no esperaba que él se acercara tanto a su culo tan rápido. Pero fue una venganza por su lujuria.
Así es como llamo a las tetas.